🗣️ Lo que decimos mal (sin darnos cuenta) cuando hablamos de salud

En consulta, en redes o entre amigos, muchas veces usamos expresiones para hablar de nuestra salud que no son del todo correctas. Algunas son pleonasmos, otras son imprecisas, y otras simplemente han sido repetidas tantas veces que se volvieron parte del lenguaje cotidiano.

 

Pero nombrar bien lo que sentimos o lo que nos pasa es más importante de lo que parece: ayuda a comunicar mejor nuestros síntomas, evita confusiones, y es el primer paso para entender nuestro cuerpo.

 

Hoy te compartimos tres frases muy comunes que usamos mal (sin mala intención) pero que vale la pena aprender a decir de forma más precisa:

1. “Tengo tiroides”

 

🧠 Todos tenemos tiroides. Es una glándula con forma de mariposa ubicada en el cuello, que regula funciones tan importantes como el metabolismo, la energía, la temperatura corporal, el ritmo intestinal y hasta el estado de ánimo.

 

Cuando alguien dice “tengo tiroides”, normalmente se refiere a que tiene alguna alteración en el funcionamiento de esa glándula, como hipotiroidismo o hipertiroidismo.

 

Forma más clara de decirlo: 

  • “Tengo hipotiroidismo”

  • “Tengo un trastorno de tiroides”

  • “Estoy en tratamiento por una disfunción tiroidea”

 

Nombrarlo con claridad puede ayudarte a explicarte mejor con tu médico, tu nutrióloga o tus seres queridos.

2. “Heces fecales”

 

💩 Esta frase es un clásico del lenguaje médico mal aprendido. Decir “heces fecales” es un pleonasmo, es decir, una redundancia innecesaria.

Ambos términos significan lo mismo: heces = materia fecal.

 

Es como decir “subir arriba” o “bajar abajo”.

 

Qué puedes decir en su lugar: 

  • “Las heces cambiaron de color”

  • “Tuve evacuaciones líquidas”

  • “Observé sangre en las heces”

 

El lenguaje claro no solo es más preciso, también ayuda a perderle el miedo a hablar de temas importantes como la digestión o los síntomas intestinales.

3. “Estoy inflamado” (cuando lo que sientes son gases o distensión)

 

😣 En consulta es común escuchar a pacientes decir que están “inflamados”, cuando en realidad lo que tienen es distensión abdominal.

 

Y aunque parecen lo mismo, no lo son.

 

🔍 Inflamación es una respuesta del sistema inmune: puede haber dolor, enrojecimiento, calor, hinchazón, y suele estar relacionada con infecciones, lesiones o enfermedades autoinmunes.

🌀 Distensión abdominal, en cambio, es una sensación de hinchazón por acumulación de gases, por lo general transitoria.

 

Cómo podrías expresarlo mejor: 

  • “Estoy distendido”

  • “Tengo el abdomen abultado”

  • “Siento presión o gases”

 

Saber diferenciar entre ambas puede ayudarte a identificar mejor tus síntomas y a buscar el tratamiento adecuado.

🌱 Nombrar bien es cuidarte mejor

 

No se trata de corregir por corregir. Se trata de comprender que el lenguaje también forma parte de nuestra salud.

 

Cuando aprendemos a llamar las cosas por su nombre, nos explicamos mejor, pedimos ayuda con más claridad y nos sentimos más seguros para tomar decisiones sobre nuestro cuerpo.

 

💬 ¿Tú has dicho alguna de estas frases? 

¿Se te ocurre alguna otra que escuches mucho?

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