¿Tú lloras?” — Una historia sobre el llanto y sus beneficios para la salud

Hace algunas semanas, una paciente me preguntó con mucha curiosidad:
“¿Tú lloras?”
Esa pregunta, tan simple y tan profunda, me tocó fuerte…
Quizá porque justo días antes, mi hermana nos escribió angustiada una noche:
Mi sobrino, de apenas 7 años, estaba por dormir. Jugaban un juego de mesa tranquilo cuando, de repente, comenzó a llorar. No estaba perdiendo, no se había lastimado, no había ninguna razón visible. Solo… lloró.
Cuando mi hermana le preguntó qué tenía, él respondió con sinceridad pura:
“No sé mamá… solo tengo ganas de llorar.”
Mi hermana, un poco desconcertada, buscó palabras. Yo, al leerla, solo le dije:
“Mana, llorar es bueno. Valida su llanto. Recuérdale que sentir, aunque no sepamos por qué, también es válido.”
Pasaron apenas dos noches. Había tenido días pesados, mucho trabajo, emociones acumuladas. Esa noche terminé de preparar la cena, me senté, miré a mi pareja y le dije con voz entrecortada:
“Voy a llorar. Porque quiero, porque lo necesito. Estoy agotada.”
Y lloré.
Después de hacerlo, me tomé una foto y se la mandé a mi hermana:
“Muéstrale a mi chamaquito que su tía también llora. Hoy lo hizo porque se siente cansada. A veces así habla nuestro cuerpo y mente.”
Ese fue mi intento de normalizar el llanto. De mostrarle a un niño —y también a mí misma— que llorar no es debilidad, es humanidad.
Y desde esa pregunta de mi paciente, no he podido dejar de pensar en lo poco que hablamos del llanto… y cuánto nos ayuda a nivel físico, emocional y social.
Así que hoy quiero compartirte esto:
💧 5 beneficios reales del llanto para la salud
1. Regulación emocional y alivio del estrés
Llorar activa el sistema parasimpático, ayudando al cuerpo a relajarse después de una situación intensa.
Las lágrimas emocionales contienen hormonas relacionadas con el estrés (como el cortisol), y al expulsarlas, ayudamos al cuerpo a liberar esa tensión acumulada.
👉 Llorar literalmente ayuda a liberar el estrés.
2. Conexión social y validación emocional
Cuando lloramos frente a alguien de confianza, generamos un puente de empatía.
El llanto puede generar apoyo, cercanía y conexión. Nos permite ser vistos en nuestra vulnerabilidad, y eso fortalece vínculos afectivos.
👉 Llorar también es una forma de pedir compañía sin palabras.
3. Alivio del dolor físico y emocional
Estudios han mostrado que el llanto desencadena la liberación de endorfinas, nuestras “moléculas analgésicas naturales”.
Estas sustancias no solo alivian el dolor físico, también proporcionan una sensación de bienestar emocional posterior al llanto.
👉 ¿Te ha pasado que después de llorar… respiras mejor? Hay ciencia detrás de eso.
4. Procesamiento de emociones complejas
A veces no sabemos qué sentimos, o lo sentimos todo al mismo tiempo: enojo, tristeza, frustración, miedo.
El llanto puede ayudarnos a procesar esas emociones, a ponerles nombre, o al menos, a no reprimirlas.
👉 Llorar nos permite sacar del cuerpo lo que aún no cabe en palabras.
5. Recuperación del equilibrio
Después de llorar, solemos sentir una especie de “reset interno”. Se normaliza la respiración, baja el ritmo cardiaco y sentimos más claridad.
Es como si nuestro cuerpo dijera: “Ok, ya lo soltaste, ahora sigamos.”
🌿 En resumen…
El llanto no es algo que debamos evitar, esconder o explicar siempre.
Es una función biológica. Es una vía emocional. Es un puente social.
Es una necesidad que nos recuerda que sentir es vivir, y que soltar también es cuidarse.
Si hoy tienes ganas de llorar, hazlo. No esperes a tener una “razón válida”.
A veces, como dijo mi sobrino, “solo tengo ganas de llorar”… y eso basta.
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📌 Guárdalo para cuando necesites ese pequeño recordatorio: llorar también es salud.
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