🌴 Seamos más como palmeras

Las últimas semanas, las lluvias en mi ciudad han sido intensas.

Tormentas con vientos fuertes, de esas que remueven todo a su paso.

En una sola tarde, en mi colonia, más de 40 árboles grandes, frondosos y aparentemente fuertes cayeron.

Y sin embargo, mientras todo eso pasaba, la palmera fuera de mi casa seguía de pie.

La observaba desde la ventana de mi oficina,

y aunque los vientos la sacudían con fuerza, ella no se resistía…

ella fluía. 

Y entonces recordé algo que escuché hace muchos años, en una reflexión que me marcó:

 

“Ante los vientos fuertes de la vida… seamos como palmeras.”

 

 

 

🍃 Ser flexible no es ser débil

 

Culturalmente nos enseñaron a “aguantar”, a ser “fuertes”, a “resistir”.

A mantenernos firmes cueste lo que cueste.

Pero ¿y si la verdadera fortaleza no está en resistir… sino en adaptarse?

 

La palmera no se oponía al viento… ella fluía. 

No se desgastaba en la rigidez,

encontraba su fuerza en la capacidad de moverse con él. 

 

💬 En la vida, también hay tormentas

 

Hay duelos, hay diagnósticos, hay cambios de planes.

Hay pausas inesperadas, pérdidas, incertidumbre, miedo.

 

Y en esos momentos, tal vez no se trate de ser el árbol más frondoso,

sino la palmera que sabe moverse sin perder su esencia.

 

A veces, eso significa cambiar el ritmo.

Ajustar lo que creías que no podía cambiar.

Pedir ayuda.

Soltar un plan.

Darte permiso de inclinarte… sin sentir que estás fallando.

 

🌿 No necesitas mantenerte firme todo el tiempo.

 

Necesitas ser honesta contigo.

Darte espacio para adaptarte, para respirar, para moverte distinto si hace falta.

Confiar en que el viento también puede enseñarte algo. 

 

💚 Hoy te invito a algo simple pero profundo:

 

La próxima vez que sientas que la vida te sacude,

recuerda que no estás aquí para resistir todo.

Estás aquí para fluir con lo que venga.

Como las palmeras.