¿Por qué cada vez más profesionales insisten en medir y monitorear la vitamina D?

 

Durante mucho tiempo se pensó en la vitamina D solo como “la vitamina de los huesos”. Y sí, es indispensable para la salud ósea.

Pero hoy sabemos que la vitamina D es mucho más que eso: actúa como una hormona esteroidea que regula múltiples funciones esenciales para el cuerpo. Y eso ha hecho que cada vez más profesionales de la salud —incluyendo inmunólogos, nefrólogos, endocrinólogos y nutriólogos— la midan, la supervisen y, cuando es necesario, la suplementen con intención clínica. 

 

En este artículo te comparto 8 razones biológicas y clínicas por las que vale la pena ponerle atención a la vitamina D, más allá del calcio y los rayos del sol.

 

1. 🧬 Regula la apoptosis y tiene acción antitumoral

 

La vitamina D tiene la capacidad de modular la muerte celular programada (apoptosis). Esto permite que el cuerpo elimine células envejecidas o potencialmente dañinas sin generar inflamación.

También se ha descrito su rol en la inhibición de la proliferación celular descontrolada, particularmente en tumores hormonodependientes como los de mama, colon y próstata. Esta es una de las razones por las que se estudia como parte de terapias coadyuvantes en oncología.

2. ♻️ Estimula la autofagia celular

 

La vitamina D favorece los procesos de autofagia, un mecanismo mediante el cual la célula recicla componentes dañados.

Esto no solo es importante para la longevidad celular, sino también para prevenir enfermedades neurodegenerativas y regular la inflamación. Su impacto en la calidad celular es clave en etapas de envejecimiento y en condiciones de inflamación crónica.

3. 🛡️ Modula el sistema inmune con precisión

 

No es una vitamina que solo “activa defensas”. De hecho, su función más destacada es la modulación inmunológica:

  • Regula la actividad de linfocitos T y B.

  • Modula la función de macrófagos y células dendríticas.

    Esto permite una respuesta inmune eficaz pero controlada, muy importante en enfermedades autoinmunes, alergias, enfermedades infecciosas y situaciones de inflamación persistente.

4. ❤️ Protege el endotelio vascular y el corazón

 

La vitamina D participa en la regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, clave para el equilibrio cardiovascular.

Además:

  • Mejora la función endotelial, ayudando a mantener la elasticidad vascular.

  • Tiene efectos antiinflamatorios sobre el sistema circulatorio.

  • Se asocia con menor riesgo de hipertensión, disfunción endotelial y enfermedad cardiovascular.

5. 🍬 Mejora el metabolismo de la glucosa

 

Se ha demostrado que la vitamina D:

  • Mejora la sensibilidad a la insulina en tejidos periféricos.

  • Participa en la secreción adecuada de insulina en el páncreas.

    Esto la vuelve una pieza clave en la prevención del síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, especialmente en personas con sobrepeso, resistencia a la insulina o antecedentes familiares.

6. 🧽 Tiene función nefroprotectora

 

En el riñón, la vitamina D actúa:

  • Regulando el sistema renina-angiotensina,

  • Reduciendo la inflamación

  • Y mejorando la función de filtración glomerular.

En pacientes con enfermedad renal crónica o en riesgo, mantener niveles óptimos de vitamina D puede ayudar a prevenir progresión del daño renal y mejorar parámetros clínicos como la albuminuria.

 

7. 🔬 Refuerza la defensa antimicrobiana

 

¿Sabías que la vitamina D estimula la producción de péptidos antimicrobianos naturales?

Como la catelicidina y las defensinas, que actúan como antibióticos endógenos. Esto refuerza la defensa frente a virus, bacterias y hongos, especialmente en mucosas como el intestino, las vías respiratorias y la piel.

8. 🧠 Tiene efecto neuroprotector

 

La vitamina D tiene receptores en neuronas y glía. Participa en:

  • La neurogénesis 

  • La modulación de neurotransmisores 

  • Y en la protección del sistema nervioso central ante inflamación y daño oxidativo

Diversos estudios la han relacionado con menor riesgo de depresión, deterioro cognitivo, esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas.

 

🧪 Entonces… ¿por qué medirla?

 

Porque no podemos corregir lo que no evaluamos.

La deficiencia de vitamina D es frecuente, silenciosa y puede estar involucrada en procesos inflamatorios, autoinmunes, metabólicos o neuroendocrinos que muchas veces pasan desapercibidos.

 

Monitorearla permite:

✔️ Personalizar estrategias terapéuticas

✔️ Ajustar dosis de suplementación con seguridad

✔️ Prevenir riesgos asociados a exceso o deficiencia crónica

 

👩‍⚕️ ¿Te gustaría saber si necesitas suplementarla?

 

Si vives con alguna condición autoinmune, digestiva, hormonal o simplemente quieres trabajar en salud preventiva desde la raíz, acércate a consulta de nutrición.

Podemos revisar tu historia clínica, laboratorios y decidir si la vitamina D es parte clave de tu abordaje.

 

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